En septiembre de 1973 se constituyó la Agrupación Evita, el frente de masas que la organización político-militar Montoneros pergeñó para desarrollar su trabajo político con las mujeres. Durante su corta existencia –se disolvió al poco tiempo de que la cúpula montonera decidiera la autoilegalización y retomar el camino de la lucha armada–, la Agrupación Evita desarrolló una intensa actividad, cuyas principales destinatarias fueron las mujeres de las barriadas más humildes del país.
En un proceso en el que no faltaron desencuentros y conflictos, las responsables del frente femenino comenzaron a tejer, por medio del trabajo compartido, un vínculo con aquellas otras mujeres, en su mayoría dedicadas a la atención de sus hogares y la crianza de sus hijos. Así, para unas y otras, la Agrupación Evita se conformó como un espacio donde pudieron desarrollar un aprendizaje político novedoso que les permitió revisar críticamente sus relaciones cotidianas e íntimas y cuestionar sus roles en la militancia. Sobre esa historia trata este libro. Valiéndose de múltiples y diversos documentos y de los testimonios de sus protagonistas, Karin Grammático reconstruye el devenir de este particular frente político montonero a la par que rescata las experiencias vitales de las mujeres que le dieron forma. Al hacerlo, echa luz sobre cuestiones más amplias tales como las relaciones de Montoneros con el gobierno y el movimiento peronistas; los modos en que la organización político-militar construyó sus vínculos con los movimientos sociales de la época; y la posición que esta asumió respecto del papel de las mujeres en la lucha política revolucionaria.
Con una prosa amena, la autora recupera una historia de los márgenes de la militancia de los años setenta para colocarla en el centro de un relato que busca reflexionar sobre las mujeres y la política.
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